
El 20 de octubre del 2006 Vilma Palma Calle (36), estudiante de Industrias Alimentarias del Instituto Superior Tecnológico Manuel Arévalo Cáceres, presentó ante la Defensoría del Pueblo una queja contra cuatro docentes del instituto debido a los presuntos actos de discriminación de los cuales era víctima por tener una discapacidad motora y de lenguaje. La recurrente presentó la carta que los cuatro docentes enviaron por su designación como practicante para la atención del turno nocturno debido a su “discapacidad psicomotora y problemas de vocalización, lo que no le permite una comunicación fluida, razones que dificultan su desempeño en este puesto”. En dicha comunicación, los referidos docentes también señalaron que “a fin de evitar accidentes o similares de la propia practicante y de los alumnos, SUSPENDEREMOS las prácticas en el turno nocturno mientras no se designe con responsabilidad al personal asistente o practicante en los laboratorios de industrias alimentarias”. Si bien la recurrente continuó con el desarrollo de sus prácticas luego de que se designara a una persona como asistente del laboratorio, a quien ella apoyaría, los docentes se negaban a brindar las clases en el laboratorio cuando Vilma Palma se encontraba sola en el laboratorio.
6 comentarios:
Me parece correcta la acción tomada por la alumna frente al abuso que estaba siendo sometida. Se supone que estamos viviendo en momentos de modernidad, no se pueden permitir este tipo de actos y peor aún en una institución educativa. Seguramente no es la primera ni la última vez que sucede y como producto se obtiene la frustraciñon y el truncamiento de los que podrían ser los profesionales que saquen adelante este país en el futuro. Esperemos que las instituciones gubernamentales, a las que les compete este tipo de casos, siempre estén siempre alerte para impedir que se repitan actos de esta naturaleza.
Aún en una sociedad que supuestamente busca una equidad en el trato, nos seguimos midiendo por el fenotipo, y no x la capacidad de desenvolvernos y afrontar las dificultades que se nos presentan. Creo que lo realizado por esta Sra es un acto loable y sentará un precedente para buscar una igualdad que no este solamente en un papel.
Hasta hoy en día sigue habiendo personas con este tipo de mentalidad retrograda. La capacidad de una persona se mide por su trabajo realizado y la calidad del mismo y no por su apariencia, genero o alguna desventaja fisica. A opinión personal creo que las sanciones para este tipo de prejuicios en el ambito laboral deberian ser más dastricas.
Es increíble que en pleno siglo XXI se den estos casos, pero me parece que la acción de Vilma fue digna de admirar, pues cualquiera no se hubiera atrevido. Ojalá sea un ejemplo para que otras personas como ella no se dejen pisotear.
Es una pena que en el Perú aún se sigan viendo este tipo de casos.
A pesar de todo las autoridades no realizan la accion debida para contrarestar este problema.Bien hecho por Vilma Palma al denunciar este hecho
Es una pena que el Peru siga teniendo estos casos el Peru no esta mejorando casi en nada
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